CARRERA DE CABALLOS EN LA BODA REAL
CARRERA DE CABALLOS EN LA BODA REAL
El 31 de enero de 1878, como parte de las celebraciones por la boda real entre Alfonso XII y María de las Mercedes de Orleans, se inauguró el hipódromo de la Castellana en Madrid, situado en lo que hoy es el área de los Nuevos Ministerios. Este evento se organizó como una manera de festejar el enlace real, marcando el inicio de las carreras de caballos en la ciudad. En esa primera jornada, el premio más importante, patrocinado por el Ministerio de Fomento, alcanzó los 60.000 reales, un reflejo de la magnitud de la celebración.
La construcción del hipódromo fue una iniciativa para conmemorar el matrimonio real. Antonio Cánovas del Castillo, confiando en su ministro de Fomento, Francisco de Borja Queipo de Llano, encargó la compra de los terrenos y la preparación del hipódromo en tiempo récord, ya que el anuncio oficial de la boda fue el 6 de diciembre y la ceremonia tuvo lugar el 23 de enero de 1878. La inauguración del hipódromo fue, así, una gran manifestación pública de la festividad por el casamiento de los reyes.
¿Por qué se llama Quero un caballo?
La elección del nombre de un caballo suele encerrar una profunda carga histórica y cultural. En el caso del caballo Quero, mencionado en la revista La Ilustración a finales del siglo XIX, se percibe una fusión de tradiciones, geografías y leyendas que se remontan a épocas pasadas de la Península Ibérica.
Una de las claves para entender este nombre radica en el propio territorio. Quero es un municipio de Toledo donde se han descubierto restos visigodos, como el Cancel de Quero, del siglo VII. Durante la época visigoda, el caballo era un símbolo de riqueza y poder, y se dice que la nobleza visigoda valoraba enormemente a estos animales. En aquel tiempo, los caballos representaban no solo una fuente de riqueza, sino también un signo de poder y prestigio. Se han encontrado indicios en las cercanías de Toledo, que fue la capital visigoda de Hispania, como en el yacimiento de Santa María de Melque, donde se sabe que se criaban caballos en los pastizales a orillas de los ríos. Así, el nombre Quero podría estar vinculado a esta tradición de excelencia y prestigio en la cría equina.
El paisaje de la región también jugó un papel fundamental. Las vegas del Ciguela, en el sector norte del municipio de Quero, eran conocidas por sus áreas inundables y sus amplios pastizales. Con el tiempo, los cambios en el nivel freático transformaron estos parajes, aunque la huella de estos terrenos fértiles permanece como parte del legado natural local, al encontrarse en el corazón de la denominada Mancha Húmeda toledana. De manera similar, la cría de caballos de raza española se desarrolló históricamente en zonas inundables, como las marismas del Guadalquivir en Huelva, áreas que aún mantienen la tradición de criar robustos y elegantes ejemplares.
Hace más de cincuenta años, a unos doce kilómetros del término de Quero, se encontraba la finca La Dehesilla, situada al otro lado del río Ciguela. Esta finca contaba con una yeguada y muletá que abarcaba entre 10 y 12 hectáreas de vega y pastos. Esta finca se encargaba del cuidado de los animales, que eran acogidos por los propietarios cuando estos se ausentaban para realizar labores como la siega en lugares cercanos, como Guadalajara o Tembleque, entre otros.
Por último, aunque en la actualidad la cría caballar en Quero ha desaparecido, el espíritu ecuestre perdura a través de la figura de destacados jinetes. Un ejemplo de ello es el quereño José Encinas Cabañas, quien en la década de los cuarenta del siglo pasado, se destacó al ganar varias copas en competiciones ecuestres en el Ejército de Caballería. Su habilidad y destreza en el ámbito ecuestre le permitieron destacar en salto de obstáculos.
REFERENCIAS:
https://blog.terranea.es/carreras-caballos-espana-cumplen-175-anos/
https://bocadosdemadriz.wordpress.com/2019/02/01/hipodromo-de-madrid-castellana/
https://gatopormadrid.com/2016/07/18/madrid-desaparecido-el-hipodromo-de-la-castellana/
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