Tumba por aquí, tumba por allá
Tradiciones, canciones y sonrisas en la víspera
de los Santos
En el Taller de Folclore Ecos de Quero queremos que los niños, las niñas (¡y también los mayores!) conozcan de dónde vienen nuestras costumbres y cómo se han transformado con el paso del tiempo.
Ya el año pasado hicimos una entrada tratando el mes de noviembre donde se comentaba en parte este tema. Os dejamos el enlace aquí . Este año hemos creído oportuno tratar halloween con los más pequeños.
Muchas veces escuchamos hablar de Halloween, pero… ¿sabías que en realidad tiene raíces muy parecidas a las antiguas nuestras?
Hace más de 2.000 años, los pueblos celtas celebraban el final de la cosecha con el Samhain, una fiesta que marcaba el cambio de estación y en la que se creía que los espíritus de los difuntos regresaban al mundo de los vivos.
Con el tiempo, esta tradición se mezcló con las celebraciones cristianas y dio lugar al Día de Todos los Santos y al Día de los Difuntos, que en inglés se llama All Hallows’ Eve, o lo que hoy conocemos como Halloween.
Pero en nuestro pueblo, Quero, también existieron costumbres parecidas y llenas de simbolismo.
Hace más de setenta años, las familias salían a asar castañas, y muchas personas acudían al cementerio para rezar y recordar a sus seres queridos.
Las familias se turnaban para colocar lamparitas en la capilla, de manera que toda la noche de difuntos permanecía iluminada, acompañando a las almas.
Se decía que aquella noche, la víspera de los Santos, los difuntos salían en procesión, y se les honraba con plegarias y cantos.
Gracias a la memoria viva de Vicente Nieto y Basi Arellano, hoy conservamos el antiguo Cántico de Ánimas, que formaba parte de esas plegarias antiguas dedicadas a las almas en noviembre, el mes de los Santos.
Una tradición que, aunque diferente en forma, comparte con Halloween la misma intención de recordar, honrar y mantener vivo el recuerdo de nuestros difuntos
En Ecos de Quero queremos que los más pequeños aprendan todo esto jugando, cantando y riendo, celebrando nuestras raíces, pero también abriendo la mente a compartir o conocer nuevas aportaciones de cultura.
Porque cada fiesta es una oportunidad para crecer en alegría, respeto y convivencia.
Y como la música une pasado y presente, hoy compartimos esta canción que nos hace mover el cuerpo y sonreír, recordando a los viejos bailes de ánimas y a nuestros alegres esqueletos manchegos.
🎃 La historia de la noche de las luces y las almas 🎃
(Relato para los peques de Ecos de Quero)
Érase una vez, hace muuucho, muuucho tiempo, cuando todavía no existían los colegios, ni los coches, ni las farolas.
En la Península Ibérica —donde hoy están España y Portugal— vivían muchos pueblos antiguos: los íberos, los vetones, los carpetanos y otros más.
Ellos miraban al cielo, observaban las estrellas 🌟, el sol ☀️ y la luna 🌕, y se guiaban por las estaciones para cuidar sus cultivos.
Cuando llegaba el final del verano y el inicio del frío, celebraban una gran fiesta.
Daban las gracias por las cosechas y encendían hogueras 🔥 para tener luz y calor.
Era un tiempo de cambio, y creían que durante esas noches, las almas de sus antepasados bajaban a visitarles para protegerlos y acompañarles.
Un poco más al norte, en las tierras de Irlanda y Escocia, los pueblos celtas hacían una fiesta parecida llamada Samhain (se pronuncia “sowin”).
Era el final del año celta y el principio de uno nuevo.
También encendían hogueras y dejaban comida fuera de las casas para que las almas buenas encontraran el camino.
Y, por si acaso, se disfrazaban con pieles o máscaras para que los espíritus traviesos no los reconocieran.
Pasaron muchos años, y después llegaron los romanos que trajeron sus costumbres y sus fiestas.
Ellos tenían una celebración llamada Mundus Patet, el “mundo abierto”, en la que creían que los difuntos podían subir desde el mundo de abajo.
Ponían velas y ofrendas a sus familiares y decoraban los templos con flores.
Con el tiempo, estas fiestas se fueron uniendo unas con otras —las de los pueblos antiguos, las de los celtas del norte y las de los romanos del sur— hasta que el cristianismo las transformó conservando ciertos rituales.
La Iglesia decidió dedicar un día para recordar a todas las personas buenas y santas, y lo llamó “Día de Todos los Santos”.
La noche anterior pasó a ser “All Hallows’ Eve”, que significa “la víspera de Todos los Santos”. Con los años, ese nombre cambió y se convirtió en lo que hoy conocemos como Halloween. 🎃
Aunque hoy parezca una celebración importada, Halloween en realidad tiene orígenes muy antiguos y también está ligado a nuestras propias tradiciones.
Es una noche para recordar a los que queremos, para dar gracias por lo que tenemos y, sobre todo, para celebrar la vida con alegría y respeto.
En los pueblos, como en Quero, también se encendían luces, se asaban castañas 🌰 y se rezaba por las almas de los difuntos.
La gente se reunía, cantaba, contaba historias y mantenía viva la tradición. Por eso, hoy, en Ecos de Quero, celebramos esta época uniendo lo antiguo con lo nuevo, la historia con la música, la emoción con la diversión.
Así, entre hogueras, luces y canciones, recordamos que todas las fiestas, desde hace miles de años, nacieron para celebrar la vida y el amor. ✨ Y para terminar, ¿qué mejor manera que hacerlo cantando y bailando?





.png)
.png)
Comentarios
Publicar un comentario